Cuando un cliente va a un restaurante generalmente busca ser bien atendido, comer bien y poner pausa a un día agitado. Para lograr este objetivo, además de ser amables y hacerlo sentir bienvenido, le sugerimos 3 claves adicionales para hacer de la ocasión lo más placentera posible para él.
1-. Los mesoneros deben conocer bien la carta.
En la medida de lo posible haga que sus mesoneros prueben cada uno de los platos de la carta para cuando el cliente le pida una sugerencia ellos puedan contestarle con propiedad y sugerirle lo que más le guste. No se limiten solamente a repetir lo que dice el menú sobre el contenido del plato, eso lo puede leer el cliente. Él está buscando su opinión.
2-. Esté pendiente de la bebida del cliente.
Cuando observe que el cliente tiene su bebida tres cuartas partes consumida, acérquese y ofrézcale si quiere repetir lo que bebe o probar otro trago. Mientras usted va hacia el bar y le trae su nueva bebida ya el cliente ha terminado con lo que estaba tomando. Es muy incómodo que el cliente lo tenga que llamar para que le presten atención.
3-. Ofrézcale un postre.
No menos importante que las dos anteriores, al terminar con su plato principal siempre ofrézcale un postre al cliente, nuevamente, trate de probarlos y conocerlos para cuando le pidan una sugerencia hable con propiedad al recomendar un postre. Siempre es agradable terminar una comida con algo dulce en la boca.